SACRIFÍCIO

No acepte su situación Quien está disconforme con la vida que tiene, sacrifica a Dios para lograr cosas maravillosas y nunca vistas En Éxodo 19:18 y 20 la Biblia dice: “Todo el monte Sinaí humeaba, porque El Señor había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante. Y descendió el Señor sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó El Señor a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió”. Dios está en el monte Sinaí, según afirma en Salmos 68:16, 17: “¿Por qué observáis, oh montes altos, al monte que deseó Dios para su morada? Ciertamente el Señor habitará en él para siempre. Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares; el Señor viene del Sinaí a su santuario”. ¿Por qué vamos al Sinaí? Dios está allí, Su fuego está en ese lugar y somos nosotros los que tenemos que ir hacia Él. Entonces, vamos a sacrificar porque Él ordenó que sacrifiquemos para Él en el Sinaí. El sacrificio es tomar algo precioso, a lo que uno le da valor y entregarlo para Dios. También es poner la vida en el altar, porque uno cree en Dios y no acepta la situación que está pasando; es vida o muerte. Uno no acepta esa situación porque es fiel. Quien es de Dios tiene ese pensamiento y vive esa fe. Pero, aclaro, nadie está obligado a sacrificar. El monte Sinaí está en Egipto y Dios está allí hasta hoy y como no aceptamos la situación actual volvemos a ir al monte a clamar a Dios. Usted no puede aceptar tener la vida que tiene, no es justo, Dios tiene que hacer cosas grandes y el diablo no puede impedir que usted lo logre. Uno demuestra el hecho de no aceptar la vida que tiene a través del sacrificio.